Fruto

Haz realidad tu libro con una mentoría personalizada, nosotras seremos tu guía y sostén

Fruto es nuestra mentoría individual para escritoras que tienen un libro entre manos y precisan de un acompañamiento especializado para sostener el entusiasmo y profundizar en todos los aspectos de su obra.

Carla y Marina trabajarán contigo desde la mirada experta para descubrir la verdad de tu texto, aquello que quieres contar pero que es casi invisible al principio, y también a pulir la voz que contará tu historia. Te acompañaremos con la frescura que aporta la distancia y el sostén presente y profundo que requiere esta fase de la escritura.

En Fruto, sin duda, adquirirás un compromiso real y sostenido con tu proyecto, siempre de nuestra mano.

Así trabajamos contigo en Fruto

  • Leemos tu texto en profundidad por separado y lo comentamos sobre el documento: detectamos qué estrategias funcionan y cuáles no, cuál es tu brillo, qué estructura está pidiendo la historia, cómo trabajar los personajes, qué universo simbólico se despierta para que lo atiendas o cuál es el campo semántico que se está desplegando.

  • En esencia, trabajamos contigo tanto la forma como el fondo del libro mientras te ayudamos a comprender más profundamente tu proceso creativo y la subjetividad que estás formando como escritora en nuestra cultura presente.

  • En las reuniones de Zoom nos juntamos para conversar juntas sobre el proceso y así, sesión a sesión, te orientamos para que hagas crecer el texto y realices los cambios necesarios para llegar a su versión más brillante.

  • Como colofón, podrás recibir orientación sobre cómo dejar tu obra lista para enviarla a concursos y editoriales.

Un proceso adaptado a las necesidades de tu obra

  • 3 meses para poesía (recomendamos una sesión por mes)*

  • 6 meses para narrativa (recomendamos una sesión cada dos meses)*

  • Lectura de la obra y comentarios sobre el texto

  • 3 sesiones por zoom con Carla y Marina (de 1, 15h cada una)

  • Acompañamiento por Telegram (para que resuelvas dudas entre sesiones)

  • Las sesiones extra se presupuestan aparte cuando termine la parte básica del proceso

*La duración de los procesos es tentativa y puede cambiar de acuerdo a tus necesidades

¿Te gustaría ser acompañada por nosotras?

En este momento solo acompañamos manuscritos en estado avanzado y damos prioridad a las alumnas de otros espacios de la escuela. Si todavía no es tu caso, te recomendamos iniciar tu manuscrito en el Laboratorio o el Semillero.

Si deseas que valoremos tu manuscrito y te enviemos un presupuesto personalizado, puedes mandarnos una muestra de la obra de mínimo 10 páginas acompañada del número de páginas total y una sinopsis breve a nuestro correo hola@casaindigo.es. Te responderemos a la brevedad.

Nuestra agenda de mentoría tienen una lista de espera de unos 3 meses desde nuestro primer contacto. 

Las autoras de Fruto

  • La mentoría llegó a mí en un momento en el cual el objeto técnico, las manos, el objeto sentimental, el corazón y el analítico, la mente, estaban desencontrados. Podían funcionar por separado, pero juntos no podían lograr un poema que fuera escrito y a la vez, amado. Fruto logró que yo pudiera conectar con estas dicotomías en mi identidad. En el proceso aprendí a confiar, supe a dónde recurrir para encontrar esa conexión. También aprendí a dar un paso al costado para encontrar un «yo» que hace las tareas de la poesía porque quiere hacerlas. Me siento liberada después del proceso porque me siento completa como persona, mujer y poeta.

    —Romina Serrano (autora de «Ejercicio de las memorias», el primer libro que trabajamos como acompañantes creativas en 2018).

    Además, Romina trabajó con nosotras su último poemario «Niña en guerra» y recibió el Premio de la cAsa Carlos Liscano 2024 en la categoría de Poesía en Uruguay.

  • Llegué a Fruto con algunos poemas, miedos e inseguridad. Carla y Marina me ayudaron en el proceso. A encontrar mi propia voz, a ver el brillo de los versos, a disfrutar del camino. Trabajé con ellas el proceso de indagar en la memoria desde la ternura y el acompañamiento. Desde entonces pienso en la escritura como algo que atraviesa. Sin ellas no hubiera llegado hasta aquí.

    —Jéssica López (autora de «Territorio de infancia», publicado por Aliar ediciones).

  • El proceso de Fruto me acompañó a madurar el texto hasta llegar al manuscrito. Identifiqué y analicé los campos léxicos, pude desprenderme de los poemas que no cabían y ampliar otros, investigué escenas importantes que habían quedado al margen.
    El cuaderno quedó lleno de notas: Marina y Carla pensando el texto. En la primera clase apunto "¿cuál es la voz? ¿Cómo suena?". En la segunda "¿cuál es el viaje?". En la tercera " el pájaro se funda con la ausencia". Juntas perseguimos el sendero de la voz hasta que todo cobró sentido. Carla y Marina están detrás del último color de esta pieza; de mi Pájaro luz

    —Gabriela Sánchez (autora de «Pájaro luz», publicado por Aliar ediciones).

  • Trabajar con Carla y Mari ha sido luz. Luz en desenterrar la voz, una voz escurridiza, como el mismo pulso que escribe temeroso. Una mano cálida, que no te suelta en proceso de la escritura. Una mirada atenta y cómplice que te asegura que habrá certezas al contar esta historia.

    —Ania Otaola (autora de «Perder la tierra», publicado por La Consentida)

  • Fruto fue un antes y un después. Cuando llegué a la mentoría, tenía una selección de poemas. Sentía muy lejos el eco de una historia que quería ser contada, pero no tenía la confianza ni las herramientas, hasta que las encontré a ellas. Marina y Carla me ayudaron a identificar los emblemas principales sobre los que se sostenía el viaje y las imágenes que se desplegaban, ahí empecé a imaginarlo. En el camino, dejé atrás algunos poemas y versos que no sumaban, haciendo brillar otros. Aprendí a desprenderme de las grandes palabras y las abstracciones para confiar en lo pequeño, lo íntimo. Entonces, apareció el poemario. Lo que era una semilla, se convirtió en Fruto. Solo al acabar el proceso pude verlo. Me sentí vulnerable y satisfecha.

    En el poema, me quedo con la sensación, su latencia.

    —Andrea Reiriz (autora de «Demasiado tarde para nacer pájaro», publicado en Aliar ediciones)

  • «En el proceso con Marina y Carla aprendí el desapego porque se trató de ir soltando muchas cosas que no entraban dentro del hilo conductor del libro. Fue un desapego personal para hacer literatura. Siento que hoy escribo mucho mejor, que adquirí herramientas para dejar lo esencial y que se vea realmente el poema.

    Me siento agradecida por el proceso vivido, como si hubiese descubierto algo que me encantaría seguir procesando y viviendo. Siento ganas de mantenerme cerca de Casa Índigo.

    —Ximena, Cántaro Sagrado (autora de «Conjuro de cuido»)

  • Llegué a Fruto con una suerte de manuscrito, un conjunto de poemas escritos unos años antes y guardados en el cajón. No me atrevía a mirarlos de frente. Aprendí, sobre todo, que la corrección de un poema presupone desprenderse de una parte del poema y que, cuando eres capaz de liberarte, es cuando surge o nace el verdadero texto que brilla. También aprendí que es un proceso de mucha atención y mucho trabajo pequeñito del que salen grandes cosas.

    —Conchi Salas (autora de «Isla sin mí», publicado por Aliar ediciones)

Otros testimonios

  • Aunque me resulta complicado resumir todo un proceso creativo de casi un año, con sus pequeños triunfos, grandes desafíos, miedos, frustraciones,  acompañados siempre por la satisfacción de verme como autora, diría que gracias a Carla y a Mari he podido escribir el libro que siempre he querido escribir, aunque nunca me hubiera visto capaz de hacerlo.

    —Silvia Fraile

  • Tenía una idea de manuscrito para escribir una novela y encontré a las chicas de Casa Índigo en instagram, me gustó mucho su enfoque sobre lo femenino. Me ayudaron a fortalecer mi confianza para confiar en lo que escribo, a entregarme a mis personajes femeninos y a construirlas mejor. Con sus comentarios pude detectar rápidamente las fallas de mi borrador y me ayudaron a explorar nuevas opciones para fortalecer mi trama, siempre desde el cariño y la comprensión, son como dos amigas que te acompañan a cumplir tu sueño.

    —Elvira Salinas